La calle Sant Pere mes Alt es actualmente una arteria muy cool del barrio de Sant Pere de Barcelona. Si la paseas observarás gran cantidad de locales de Diseño, música y gastroespacios. Un buen punto para iniciarla es la bella plaza de Sant Pere de les Puelles, con su iglesia del siglo X considerada la más antigua de Barcelona. Aquí mismo podrás sentarte en sus terrazas hipsters que son punto de encuentro de sus vecinos cosmopolitas y jóvenes. El final de la meta será el flamante monumento al modernismo de Domenech i Montaner , el Palau de la Música Catalana.
Esta zona de la Ciudad Condal era hasta hace bien poco un reducto de pequeños comercios mayoristas de ropa de hogar. Barcelona necesitada de escenarios encantadores que atraigan el paso y dispendio de sus cada vez mas numerosos turistas , ha ido maquillando en varias ocasiones de su Historia ( Exposiciones Internacionales de 1888 y 1929 conjuntamente con la olimpiada de 1992) espacios que ha transformado en bellos rincones y grandes
escenarios no muy reales. Otra opción para llegar, es atravesar la calle Trafalgar ( frontera sur del Eixample de Oro) por el muy cool Passatge de Sert . Está repleto de espacios cooworking, tiendas super especializadas, despachos de jóvenes profesionales urbanitas y bares donde todos ellos reponen fuerzas.
En el número 18, frente al Palau de la Musica , Dorotea Valls tiene un atelier donde la Cenicienta hubiera encontrado su zapato. Esta artista se inspira para diseñar y componer calzados exquisitos. Ella es un hada….ir y lo comprobareis.
Volvamos al inicio del recorrido, a la plaza de la Iglesia y busquemos entre sus callejuelas para poder encontrar un espacio escondido. Lo crearon dos artistas , uno es el escultor barcelonés Xavier Muñoz y el otro es Federico Tosco, diseñador nacido en la población norte italiana de Montblanc. Realizan diseños impecables, en base a los cánones de la belleza clásica, para transformar y resucitar objetos de vidrio y cristal. Logran con elegancia y estilo propio dar otra vez uso, dar vida a esas piezas que ya no lo tenían.
Por su físico podrían ser maestros de danza clásica y contemporánea que enseñan a bailar a lámparas, apliques,jarrones, mesas y a todo lo que su imaginación y profesionalidad rigurosa les permita. En las conversaciones que he disfrutado con Federico observas un mundo interior muy rico que le permite obtener todo lo que necesita. Yomuto es el atelier y es una experiencia que no podéis dejarla perder.
